
Bajo el lema: “Anclados en Cristo, única esperanza, navegamos juntos en una misma espiritualidad”, vivimos un encuentro marcado por la oración, la animación, los cantos, los signos de unidad y la esperanza de caminar juntos como una gran familia salesiana.
En esta jornada participaron los diversos grupos y comunidades que dan vida al MJS. Cada uno expresó su compromiso de vivir este año al estilo de Don Bosco y Madre Mazzarello, fortaleciendo su fe, el servicio fraterno y el protagonismo juvenil.
Inspirados además por el Aguinaldo 2025 del Rector Mayor: “Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes”, renovamos nuestra vocación de acompañar a cada joven en su proceso de crecimiento humano y espiritual, siendo testigos del Evangelio en la escuela, la familia y la sociedad.
Agradecemos a todos quienes hicieron posible este inicio: asesores, animadores, religiosos, religiosas y especialmente a cada joven que eligió seguir navegando en esta misma espiritualidad.
¡El MJS está vivo y camina con fuerza!
¡Seguimos anclados en Cristo, nuestra única esperanza!